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¿Qué hay de nuevo?

Januar 23, 2011

Demostración en Berlin contra los transgénicos, industrialización de la producción animal y exportación a precios dumping!

En medio de un escandalo de contaminaciones con dioxinas de alimentos para los animales se reunieron 22.000 consumidores, agricultores y ecólogistas para protestar contra la industalización de la agricultura.

Durante la feria “Semana Verde” en Berlin, Alemania, por invitación del gobierno alemán, se efectuó el dia 22 de Enero de 2011 un encuentro de los Ministros de Agricultura de todo el mundo y las multinacionales. La meta de Monsanto, Müller Milch, BASF y otras es fomentar la industrialización de la Agricultura, lo que significa: transgénicos, industrialización de la producción animal y exportación a precios dumping.

 
Berlin, 22-01-11, Via Campesina. Foto: Elisabeth Meyer-Renschhausen

El mismo día, el 22 de enero 2011 hubo en Berlin una gran marcha para exigir al gobierno alemán un cambio de su política agraria: De fábricas agrarias y de cultivos transgénicos hacía una agricultura ecológica-campesina. El desastre en la producción los huevos, cerdos, pavos y pollos contaminados con dioxinas es un indicio que indica que un cambio en la agricultura es indispensable. De no hacerse así, es obvio que enfrentaremos situaciones peores.

Junto con más de 90 organisaciones alemanas y extranjeras WLOE e.V. participó en la movilización “WIR HABEN ES SATT” en Berlin.

Estamos cansados de esta política agraria! Exigimos una agricultura campesina-ecológica. Queremos alimentos de producción justa y sana.

Nuestra amiga y miembro del equipo de WLOE Claudia Gimena Roa de Fundaexpresión http://www.fundaexpresion.org/ escribe desde Colombia:

En cuanto al escándalo alemán, es interesante ver qué significa para la gran industria  buenas prácticas“ y procedimientos limpios. En nuestros países, se destruyen nuestras economías locales (microempresas) exigiendo "una producción perfecta". Nuestros modelos siempre son los de EE. UU, Alemania y otros, y ahora vemos que todo es una ilusión. Está comprobado que la industralización no puede garantizar las necesidades elementales del pueblo. Al contrario, estamos más conscientes del problema de la comida industrial. Nosotros trabajamos por un consumo sustentable y por un diálogo rural-urbano en cuestiones como la alimentación. Todavía tenemos suerte porque podemos comprar la mayor parte de nuestra comida a los campesinos.”

El tema de las dioxinas, consideradas como cancerígenas y tóxicas según la Organización Mundial de la Salud, no es nuevo en Europa, y ahora el escándalo viene de Alemania donde cerca de 5 mil granjas de animales fueron cerradas por precaución, luego que se descubrió que el alimento que consumían tenía un alto nivel de dioxinas.

Mientras el gobierno alemán pide una fuerte acción legal contra los responsables de la contaminación de alimentos con dioxinas cancerígenas, la organización de protección al consumidor de alimentos Foodwatch advierte que esta es sólo la punta del iceberg. Foodwatch acusa al gobierno alemán de bagatelizar la dimensión del escándalo y servir a los intereses de la industria forrajera. El director de Foodwatch Bode apeló al gobierno a tomar en serio el derecho a la integridad física y no servir de forma unilateral a intereses económicos. “Las dioxinas que antes se liberaban a través de las plantas incineradoras hoy se generan en la producción de alimento para animales“, afirmó.

Entre tanto más de 300 profesores universitarios y científicos alemanes hicieron un llamado para terminar con la crianza industrializada de animales. “En la crianza industrial se trata a los animales de una manera que es una verguenza para la sociedad.” Ellos se refieren a los efectos fatales de la crianza en masa sobre el medio ambiente, clima, salud y justicia global. Una crianza de animales debe implicar una alimentación de acuerdo a su especie. Este escándalo por las  dioxinas demuestra que una producción de animales aparentemente barata puede salir muy cara. Ellos sugieren un cambio en la política de las subvenciones agrarias, tomando en cuenta la protección del animal y medio ambiente, acabar con las subvenciones de exportación y etiquetar el orígen de la carne. Este llamado será entregado el 22 de enero a la Ministra de Agricultura alemana, dia de la gran marcha en Berlin.

 

 

 


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